Blog de crítica de la cultura y otras balas de fogueo al gusto de Óscar S.

Encuadre: página de "Batman: Year One", Frank Miller y David Mazzucchelli, 1986-7, números 404 a 407 de la serie.

lunes, 31 de enero de 2011

Las tribulaciones de un chino en China

Internet y China son los dos enigmas que más me intrigan estos últimos meses, y ahora han venido a asociarse en una noticia que dejaban caer en los informativos de la radio esta mañana. Resulta que la sedicente república -el gigante asiático como dan en llamarla- ha retirado de la red la palabra "Egipto", o sea, que pinchan en Google y no sale nada. Digo yo que tendrán que censurar también un buen montón de términos relacionados, de manera que alguna manera de enterarse del golpe de estado popular habrá. Y recuerdo que fue hace un tiempo, no demasiado, que el propio Google autorizó a las autoridades chinas a disponer de la capacidad de hacer precisamente eso, a cambio de permitir la presencia del buscador en el país. El interés hace extraños aliados. Pero es de imaginar una revuelta como las africanas en la nación más poblada del planeta: es de imaginar, pero yo no lo imagino siquiera. Supongo que, como la mayor parte de China es rural, tampoco llegaría tan lejos, o empezaría tímidamente por unos pocos focos urbanos relativamente fáciles de reprimir, no sé. Parece que la sombra de Tiananmen es alargada...

sábado, 29 de enero de 2011

"Consejo", von Friedrich Nietzsche

De altas cumbres no seas ambicioso,
no te quedes tampoco en la llanura;
desde mediana altura
es como se ve el mundo más hermoso.

http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/literatura/poesias_nietzsche/nietzsche.html#3

jueves, 27 de enero de 2011

Sobre la frase hecha "poner mi granito de arena"

Ya no es sólo que sea desoladora, sino que tal metáfora lexicalizada se usa al revés de como debiera. El que la suelta y por consiguiente gusta de soltarla -en persona o en los medios, que viven de esas efusiones cristianoides en ocasíón de catástrofes naturales o humanas- o bien no ha dado ni palo, o bien se ha dejado los cuernos: sea como fuere es claro que en ninguno de ambos extremos merece estrictamente la coletilla. Al cabo, si nos ponemos así, toda acción u omisión es "un granito de arena" en el conjunto holístico del Cosmos o de la Historia, por tanto ninguna lo es, por exclusión de su opuesto -no dejéis que nadie os convenza de lo contrario: es un filósofo de pacotilla, un amargado solemne... Porque la ideología que subyace reza que la tarea de arreglar el mundo es descomunal e infinita, y en consecuencia lo que importa es intentarlo a sabiendas de su fracaso (moral de intenciones, pues, que nacen para morir acto seguido). Y es que, aún aceptándo el esquema, resultaría menos lloriqueante decir, no sé, "he aportado mi toneladita cúbica de espacio exterior", o "...mi camión cisterna de agua de mar salada", que igualmente denotan insignificancia e irrisión aunque connotando a lo bestia. Pero, digo, lo interesante sería emplearlo al revés, dándole la vuelta: "en la escalofriante grado de contaminación atmosférica de mi ciudad sólo he llegado a poner mi granito de arena", o "de todo el dañino humo inhalado por los fumadores pasivos me he limitado a un granito de arena, señor agente", o "la especulación con la vivienda es un mal del que soy no más que un granito de arena, Su Señoría", y así. Me daréis, entonces, la razón en que hay que poner al lenguaje de nuestra parte como ponemos a las propias arenosas playas cuando podemos y el que tenga algo que objetar o apostillar que ponga su toneladita de antimateria o lo que sea en los comentarios...

martes, 25 de enero de 2011

Armaggedón

Así será el verdadero fin del mundo, por Miguel Artime.


Cualquier momento es bueno para idear un fin del mundo. Recordad el Apocalipsis de San Juan, la amenaza del cometa Halley, las cuartetas de Nostradamus, el efecto 2000, el dichoso calendario maya, etc. Todas erradas, si, pero el caso es que la Tierra no va a estar siempre aquí, ¿verdad?
En efecto. Aquellos que creen que la Tierra durará para siempre (al igual que los que pensaban que el valor de los pisos nunca iba a bajar) se equivocan. Nuestro planeta pasará a mejor vida algún día. ¿Y qué clase de catástrofe conducirá al fin del mundo? Estudiemos las posibles "soluciones finales" que la naturaleza podría emplear para acabar con nosotros.


Impacto de Meteoritos


Cada día la Tierra recibe el impacto de pequeño objetos que se desintegran por el rozamiento contra el oxígeno de la atmósfera. Pero el caso es que cada 100 años, en promedio, un meteorito de 10 metros de longitud impacta contra la Tierra liberando la energía de un pequeño artilugio nuclear. Esto fue lo que sucedió en 1908 en Tunguska, zona por fortuna poco poblada.
Pero sigamos estudiando las estadísticas. Los científicos estiman que una vez cada 100.000 años, un proyectil de cientos de metros de longitud impacta contra la Tierra con la fuerza del total del arsenal nuclear humano. El cráter resultante de la devastación tendría el tamaño de Inglaterra, creando grandes tsunamis por todo el planeta y levantando tanto polvo a la atmósfera que el sol quedaría oculto durante meses, acabando con buena parte de la vegetación. Eso ya son palabras mayores.
Y luego está el clásico "pepino a lo grande". Me refiero a ese impacto que se da de media cada 100 millones de años y que involucra a una roca del tamaño de un asteroide (kilómetros de longitud). Un impacto de ese tipo crea terremotos globales, mareas con olas de un kilómetro de alto, y la muerte inmediata de casi cualquier animal terrestre grande. Las criaturas marinas también terminan por perecer puesto que la evaporación de billones de toneladas de roca ocultan el sol, provocan un enfriamiento dramático de las aguas, y culminan con la destrucción de la cadena trófica que comienza con la fotosíntesis.
Esto fue lo que acabó con los dinosaurios hace 65 millones de años.


-Posibles soluciones:


Hoy en día contamos con oficinas de observación que tienen vigiladas las órbitas de los objetos de más de 100 metros que se encuentran más cercanos. Puestos a pensar estrategias a la hora de defenderse contra una de estas futuras amenazas rocosas, la opción nuclear no parece la más inteligente, puesto que así no se conseguiría evitar el impacto sino simplemente desmenuzar una gran roca en metralla igualmente mortífera.
Los expertos creen en cambio que tendría más éxito enviar una nave para que "remolcase" ligeramente al meteorito empleando la gravedad, desviándolo lo suficiente como para evitar el choque.


El sol nos engulle

Si no conocéis el fúnebre futuro del sol leed un poquito más y os ahorraréis unos euros en pitonisos. Nuestra amarilla estrella acabará por agotar su combustible nuclear y en unos 5.000 millones de años, crecerá en tamaño, se enfriará y adquirirá un tono rojizo. Cuando esto pase la Tierra simplemente se evaporará.


-Posibles soluciones:


Algunos fanáticos de la ciencia ficción creen que también podríamos emplear la gravedad a nuestro favor. La técnica consistiría en atraer voluntariamente a un asteroide cuya órbita pasase cerca de la Tierra. A cada pasada, el asteroide "remolcaría" un poquito a la Tierra hacia el exterior del sistema solar. Con millones de años por delante, y la paciente e incesante repetición del proceso, nuestro planeta partiría a la fuga evitando de forma gradual que el sol moribundo le alcanzase.
Claro que hay quien piensa que es mucho más fácil habilitar a Titán como nuestro segundo hogar. Viajamos hasta allí, le añadimos un poco de oxígeno y ¡tachán! Bienvenida Tierra 2.


Supernova en el vecindario


Cuando las estrellas mucho mayores que nuestro sol, agotan su combustible nuclear, estallan en una titánica explosión llamada supernova. Si uno de estos eventos se da en la vecindad de nuestro sistema solar (hablamos de una cicunferencia de 30 años luz), las partículas disparadas podrían destruir la capa de ozono de la zona expuesta a la explosión. Algunos científicos creen que fue esto (y no los cazadores humanos) lo que pudo haber provocado la desaparición de la megafauna norteamericana hace 41.000 años.
Y si las supernovas te dan "yuyu" mejor no hablar de las hipernovas. El colapso de provocado por este extraño suceso crea chorros gigantescos de gas y partículas altamente energéticas que viajan a casi la velocidad de la luz, cegando por unos instantes al universo entero con sus rayos gamma. Si la tremenda mala suerte hiciera que uno de estos fenómenos sucediera a 1000 años luz de la Tierra, el planeta simplemente estallaría sin remisión.


-Posibles soluciones:


En el caso de la supernova, podría intentarse despoblar la zona de afectada mientras se nos ocurre algo para restituir la capa de ozono. Pero si hablamos de hipernovas la respuesta es: "¡huíd insensatos!".


Y en fin, sea como sea... si tenemos pensado sobrevivir como especie, convendría ir inventando ya el salto al hiperespacio para, llegado el caso, poder mudarnos a las jóvenes estrellas en formación en Orión y Tauro. ¡Una nueva edad dorada para los promotores inmobiliarios!

Pavol al extlanjelo emplendedol

http://www.youtube.com/watch?v=43dOg1z496M

El mío puntual, por pura aprehensión. De todas las entradas tontas que pueblan este tonto blog la peor fue la que infravaloraba la emergencia de China como potencia. En este vidio, entre burlaveras, el encargado de la nave poligonera ni se molesta casi en desmentir los tópicos que circulan sobre la comunidad china en nuestro país. De manera que el prejuicio sigue en alto: ¿cómo dejar de verlos como una cultura esclavizadora, cuyo mayor y único sueño es que el esclavo se convierta en esclavista de sus propios congéneres, el explotado en explotador sin resquemores ni vacilaciones, y vuelta a empezar en una espiral creciente que nos circunvalará tarde o temprano a nosotros? ¿Y cómo dragones les educan para aceptar obedientemente el catecismo del Tío Gilito hasta la muerte, e inculcarlo a sus hijos con el orgullo que demuestra este tío -eso que podíamos llamar "hipercapitalismo", sólo posible en el caldo de cultivo de aquel comunismo desindividualizador? No sé, tengo tendencia a exagerar, que nadie se lo tome en serio (al menos, por ahora...)

Curriculum

lunes, 24 de enero de 2011

Alan Moore -la autópsia del héroe, J.J. Vargas, Dólmen, 2010

Empezaba a ser el tema más recurrente de este blog con diferencia, y ahora nos lo pisan monumentalmente. En efecto, este chaval -por la solapas, debe haber estrenado treintena ahora- ha publicado el libro que muchos habríamos soñado, pedanterías incluidas, y en una edición magnífica, de lujo en formato e imagen. Una obra vasta, variadísima e imprevisible analizada echando mano de toda suerte de postmodernidades, simbolismos y fractales a tutiplén, y encima la primera en el mundo mundial, qué jodida envidia (cuando Vargas termina el capítulo previo al comentario de Wachtmen, escribe algo así como: "Y ahora, llega el momento de ponerse en pie"; nos pone cantidad esa epíca). Moore el erudito, Moore el especulativo a la vez que underground, Moore el espacio-idea ensanchándose en sí mismo, Moore el erotómano delicuescente pero disciplinado, Moore, Moore, Moore... nadie en cien años de noveno arte se lo ha currado tanto y tan bien -para lo cual hay que estar a las duras y a las maduras, como en esta austera y edificante foto: 
Felicidades, pues, J.J., aunque esperamos no obstante tu comentario de The Voice of Fire, pero por escrito, maldito cabrón afortunado. http://letrinaheridos.blogspot.com/2010/11/alan-moore-la-autopsia-del-heroe.html
http://www.rtve.es/mediateca/videos/20090414/dias-cine-alan-moore-genio-del-comic/505261.shtml

domingo, 23 de enero de 2011

Buenrrolismo...

http://vimeo.com/13377009

jueves, 20 de enero de 2011

Todos los filmes del presidente

Se podría pensar que en Hollywood las películas cuyo tema y principal foco de atención está puesto en el representante de la presidencia del país serán laudatorias y a mayor gloria de la institución, y sin embargo tenemos el formidable Nixón de Oliver Stone por no hablar también de su W, cuya escena final vale oro. Pero, por regla general, esa es la nota predominante de este subgénero de política-ficción que hace del primer mandatario un superhéroe con corbata, y que, sin embargo, ha dado lugar a producciones de gran calidad en las últimas décadas. No hablo de Air Force One, donde se nos trata de convencer de que el presidente de EE.UU. es un hombre de paz y diálogo hasta cierto punto, traspasado el cual –y aquí siempre intervienen de un modo u otro los intocables “valores familiares”, sin el concurso de los cuales en Norteamérica parece que es imposible comprender que nadie se decida a hacer nada- no le duelen prendas en sacar el intrépido y resuelto hombre de acción que lleva dentro. Ni tampoco de Independence day, más o menos lo mismo aunque no en solitario, sino auxiliado por los alegres muchachos del ejercito más poderoso del mundo.
No, no es este el paño al que me quiero referir ahora, sino más bien a aquellas donde la superfuerza y demás supersentidos ya se le suponen al presidente por ser vos quien sois, o sea, nada menos que el comandante supremo de las susodichas todopoderosas fuerzas armadas, y lo que importa verdaderamente es el carácter, la pasta moral, el carisma y, en fin, la capacidad de liderazgo. Ejemplos de ello hay desde El joven Lincoln de John Ford hasta Primary colors de Mike Nichols pasando por El viento y el león de John Milius, cuyo retrato de Theodore Roosevelt es tan bueno que casi roza la caricatura -en cuanto al otro Roosevelt de Pearl Harbor, Franklin Delano, mejor no tocarlo mucho ni mencionar al director. También son notables la Amistad de Steven Spielberg con presidente no-del-todo-retirado o las dos películas de magnicidios, JFK, de nuevo de Oliver Stone, y Bobby, de Elimio Estevez, muy distintas en planteamiento y ejecución como para ser tan hermanas… No obstante, mis favoritas son la cuasi-comedia El presidente y Miss Wade (The american president es su significativo título original), de Rob Reiner y magníficamente guionizada one more time por Aaron Sorkin –escena por escena todo encaja y se mueve: no en vano fue su inspiración para El ala oeste de la Casa Blanca-, y la más desconocida de todas ellas: Candidata al poder (The contender, en inglés), de Rob Lurie, otro guión indestructible donde se dan cita desafíos morales a la altura doméstica de Primary colors con el presidente más extravagante de toda esta filmografía, un Jeff Bridges en estado de gracia.
En cualquier caso, y sea lo que fuere lo que pueda pensarse de estas cintas, la imagen que ofrecen del presidencialismo/U.S.A. pocas veces se apea del aúlico tratamiento de un Rey Arturo moderno: justo, noble y fuerte paladín de la democracia arropado por su mesa redonda de asistentes, consejeros y colaboradores. No es extraño, por consiguiente, que se le pida tanto hoy por hoy a Obama, como si estuviese dejando mucho que desear a esta mitología casi feudal en la que dar a entender desinterés de lo propio y preocupación por lo público no parece ser suficiente. Y tampoco es de extrañar que además me vengan también a la cabeza los superhéroes: ellos, tan sumamente éticos en el apogeo de su poder, vienen a ser igualmente el símbolo de la propaganda que los Estados Unidos hacen de sí mismos para sí mismos y ante el mundo -hasta que algún listillo o resentidillo le filtra documentos a esos aguafiestas de wikileaks y automáticamente se desvanece el encantamiento...

Lo que importa son los sentimientos...

Fumando escribo... (...escribo que no fumo), enviado por Miguel G.

¿Es ético usar el recurso literario de un yo ficticio para escribir un artículo de opinión? Francisco Rico, miembro de la RAE, acabó una diatriba contra la ley del fumador diciendo que no había fumado en su vida, cuando, según todos los que le conocen, tiene historial de fumador empedernido. Cuando le preguntaron, salió del paso pretextando que fue una licencia literaria...

http://www.elpais.com/articulo/opinion/impostura/fumador/elpepiopi

miércoles, 19 de enero de 2011

67 tacos (Público, Vicenç Navarro), enviado por Israel S.

http://blogs.publico.es/dominiopublico/2917/falsedades-sobre-las-pensiones/

Pequeñas y grandes miserias de los grandes y pequeños filósofos: John Locke

Además de recomendar a los padres acaudalados un preceptor privado y doméstico para sus vástagos -que las escuelas están infestadas de vicios y groserías-, Locke en su Ensayo sobre la ley de los pobres se lamenta de que "los hijos de los trabajadores son normalmente una carga para la parroquia, y por lo general son mantenidos en inactividad, con lo que también se pierde parte de su trabajo hasta que tienen 12 o 14 años de edad", debido a lo cual sugiere que se establezcan "escuelas de trabajo" para los niños pobres en cada parroquia de Inglaterra, con el fin de que "desde la infancia [tres años] conozcan el trabajo." Incluso llegó a esbozar los aspectos económicos de estas escuelas, argumentando no sólo que serían rentables para la parroquia, sino también que inculcarían una buena ética de trabajo en los infortunados niños, según leo en wikipedia. Agárrate con el liberalismo ya en sus inicios...

lunes, 17 de enero de 2011

La red social, David Fincher

A los gringos les gusta creer fervorosamente en los genios, pero no estoy seguro de que entiendan bien el concet-to. El exponente más ridiculo fue Shine, afortunadamente olvidada, una entre muchas. Este caso es distinto, gracias a Aaron Sorkin, tantas veces probado inteligente y diestro guionista de temáticas rabiosamente actuales. De hecho, él es el mayor talento de esta historia, que en su ausencia podría haberse quedado en La revancha de los empollones, II, o sencillamente no se habría hecho. Porque el creador de Facebook no sale precisamente favorecido, y la industria que se crea en torno a su "videojuego" -lo dice la chica de la película, no yo- tampoco, por no hablar de los millones de usuarios que se suben al carro, ávidos de cotilleos en esa forma de sociologismo radical tan novelesca que teorizó un tal Goodman (si no recuerdo mal, venía a decir que nuestra identidad es únicamente función de nuestro papel social, en el sentido del imperativo de "popularidad" que practican justamente los estadounidenses desde chicos...)
Muy buena, en resumidas cuentas, pero quizá no de esas en las que se puede vivir, y por tanto que uno querría poder ver una y otra vez -aunque tampoco estoy muy autorizado para decirlo: la vi subtítulada.

domingo, 16 de enero de 2011

Visionarios...

... para acabar con las servidumbres de la opulencia y las otras: http://www.elpais.com/articulo/reportajes/Somos/Anonymous/elpepusocdmg/20110116elpdmgrep_1/Tes


Además sabemos que no van a reclamar derechos de autor...


sábado, 15 de enero de 2011

Problemática actualidad de Cortázar

Cuando Vargas Llosa, Mario I, puso prólogo a la edición de los cuentos completos de Julio Cortázar en Alfaguara, me parece recordar -como si fuese un relato más- que insinuaba entre líneas lo buena chica que fue con el argentino una tal Aurora, y lo mal que la había tratado él al destituirla o postergarla por otra. Quizá lo interpreté mal (no pienso consultarlo: prefiero los cuatro pequeños volúmenes de Alianza por pura nostalgia), pero me dio la impresión de que el inconsciente del novel Nobel creyó más apropiado salir en defensa de aquel encanto de novia antes que del propio escritor a cuya memoria dedicaba esas líneas. Y es que menudo tipo debía de ser el tal Cortázar. Hay que imaginar a alguien convencido de ser el más enrollado política y artísticamente hablando en exclusión del prójimo vivo, sintiéndose siempre el más niño de todos los viejos (que lo era, pues empezó a publicar muy tarde), y con el misterio fascinante pero imaginario de un París vanguardista enredándole incluso la lengua. Supongo que pondría a todo el mundo a prueba constantemente, como hacía con los personajes de sus cuentos, sólo que estos últimos lo pagaban bien caro -a menudo con la muerte, salvo Rocamadour, un bebé que muere únicamente para dar lugar a una escena filosófico/delirante en Rayuela-, mientras que en la realidad tan sólo recibirían un frío desprecio de cara y apodos jocosos por la espalda. No son, es cierto, más que suposiciones mías (quede claro que no he leído ninguna biografía, en las que, de todos modos, esta clase de cosas raramente figuran), pero se dejan adivinar en la escritura, que está recorrida de punta a cabo por una repugnancia tan ostentosa hacia la gente corriente (esa que hace cosas) -la excepción, de nuevo, está en Rayuela: arrepentimiento por cómo trataba a su madre Horacio Oliveira- y hasta hacia el artista corriente (ese que narra cosas), que al lector experimentado y no exaltado no le queda otra que devolvérsela cerrando de golpe el libro tal vez con una carcajada compasiva.
Donde más se nota esta actitud de altanería personal disfrazada de dolor humanitario es, creo, en los tomitos de “caprichosas genialidades” titulados La vuelta al día en ochenta mundos y Último Round. La disyuntiva es: o entiendes que una performance callejera extrañísima es el último grito en materia de revolución y emancipación humanas o caes del lado de los “famas”, o sea, rancios cómplices agusanados de los dictadores más horribles. De hecho, Cortázar tramó una filosofía para su propio uso fictivo que compuso con muchos hilos distintos (entre ellos Ortega y Gasset), y que prefiguraba Matrix en el siguiente sentido: la Gran Costumbre te posee, lucha por liberarte de ella y pasarás al otro lado -break on through, que diría el malogrado Morrison. Es cierto que eso místico que hay del otro lado no te hará más feliz, como no se lo hace en absoluto al pájaro de El perseguidor, pero sí te sentirás más vivo, más real, más profundo, no sé… Cómo perdimos ese privilegiado contacto para suplantarlo por la reaccionaria rutina Julio el gurú nunca nos lo explica -porque él únicamente apunta, alude, no hay palabras para ello, etc…-, pero digo yo que tendrá que ver con descorrer el Velo de Maya o alguna doctrina cosmitrágica orientaloide semejante de las que estaban en boga entonces. En los alrededores de Mayo del ´68 uno se podía creer cualquier cosa, eso se disculpa, y personalmente no dudo de la sinceridad de Cortázar, sólo de la seriedad con que afrontó su formación intelectual sin cuestionarse siquiera la moralidad necesariamente elitista que se desprendía de ella. Sin embargo, y en fin, es cierto que sus libros y su gesto (realmente, no hay diferencia entre los unos y el otro) impresionan, en ocasiones hasta ponen la piel de gallina y, sin duda, constituyen toda una escuela de inventiva para jóvenes inquietos que ha producido probablemente millares de nuevas promesas de la literatura. Pero si tras disfrutarlo a fondo te pones a leer otras cosas, oye, lo mismo creces y traspones sosegadamente los traumas del siglo XX hacia nuevas responsabilidades del siglo XXI: no es más que una idea.

miércoles, 12 de enero de 2011

El libro rojo del piti, by Simón R.

A cara de perro: http://www.bubok.com/libros/196780/No-es-facil-dejar-de-fumar-ni-aunque-sepas-como-Respuesta-a-Allen-Carr

Rita, sus cartoons...

martes, 11 de enero de 2011

Tampoco la lluvia...

La última de la meritoria Bollaín gusta mucho a gente sensible e inteligente, sin embargo a mí me causó el efecto de una sopa sin sal. Supongo que estoy demasiado acostumbrado a la técnica americana de sugestionar al espectador, y cuando me ofrecen otra -o una imitación de aquella-, ya digo, me sabe a nada. Toda la película viendo el guión a través de las imágenes, como si en vez de al resultado estuviera asistiendo al making off. Y una última impresión ya claramente negativa: como Tarzán, rey de la selva, una vez más el público se ve obligado a intuir que los indios bolivianos precisan del auxilio de los blancos españoles, por mucho que lo que se pretenda es convencernos de que la nobleza de los primeros inspira a los segundos -pero no, porque los indígenas en último término actúan por supervivencia. En fin, buen intento, por ahí debe ir el camino...

domingo, 9 de enero de 2011

Las servidumbres de la opulencia, I

Teniendo en cuenta que con "opulencia" me refiero al conjunto y no a todas y cada una de sus partes, la primera que se me viene a la cabeza ahora, por lo reciente de sus estacionales padecimientos, es la de los putos-putísimos regalos a fecha fija (que a mí se me juntan con cumpleaños diversos, y no doy abasto tampoco para recibir, que en esto se aplica la ley de Mahoma, y tan dao por culo es el que da como el que toma...) Insufrible comedura de coco con que lo que importa es la intención, o el "detalle", lo que se traduce en fatigosas búsquedas de lo superfluo envuelto en el celofán con lazo de la tontería supina rodeado de multitudes igualmente febriles. Tu dinero guárdatelo, hazme el favor, y tu "intención" con ticket-regalo también, que yo ya me guardaré las mías para mejor ocasión y así evitamos intercambiar inanidades. ¡Las fiestas son fiestas, no obligaciones sociales! ¿O es que nadie regala nada el resto del año, cuando de repente un día cualquiera el obsequio va y tiene sentido? Los verdaderos reyes magos son los amigos, que no vienen con renos ni pajes pero sí tienen perros que les ladren: nosotros. A esos otros tan familiares y señalados que les lo lleve el diablo -y especialmente a El Corte Inglés que le parta un rayo, vallecano o carabanchelero, me es lo mismo (que de paso incendie Cortylandia como la falla de ninots castiza que es). No Logo = No Shopping = No Malls = No Jodas...

La propaganda de Sarah Palin, enviado por Miguel G. (que, añade sabiamente, "es más peligrosa de lo que pensábamos...")


sábado, 8 de enero de 2011

viernes, 7 de enero de 2011

La tele: dejad que los niños se acerquen a ella…


Cunde el pánico entre muchas madres ilustradas y por ello asustadizas de que “la caja tonta” embobe, paralice o abduzca a sus vástagos, olvidando su propia educación frente a ese bendito rectángulo que todo lo da sin pedir nada a cambio excepto adoración absoluta, como el propio Dios. ¿Acaso un libro es diferente: menos rectangular, menos embaucador y menos pasivo? ¿Y la música “noble”: es que realmente se “interactúa” con Mozart, apuntándole aquí y allá la armonía? Para “interactuar” como está mandado ya están las wiis, las playstations y demás fábricas de ocio sin salir del hogar, perfeccionándose cada día en su sagrada misión de ahuyentar a la gente de la calle, que está infestada de peligros –entre ellos, el del puesto de trabajo mismo… De modo que si lo que se quiere es que los niños aprendan sin salir de casa, la televisión y sus innúmeros canales (cincuenta y siete y total nada, cantaba Springsteen) resultan la opción más cabal, habida cuenta de que en ellos el mundo real se les suministra ya hecho e interpretado, que es como lo van a encontrar bien desgastado cuando crezcan. ¿Que hay mucha basura? Pero la limpian otros ¿Que la información está tergiversada? De toda la vida ¿Que luego no nos estudian? Conócete a ti misma. Existen pocas dudas de que el futuro pasa por la entera absorción del cuerpo humano por las pantallas, ese fenómeno reciente que sociólogos y demás videntes diplomados llaman ahora emergencia del homo pantalicus, lo cual deja fuera de lugar la nostalgia por cuando los críos se liaban a pedradas, extirpaban las alas a una mosca o trepaban a arriscados árboles. Y es, por otra parte, innegable que hace un siglo un caballero victoriano graduado en Oxford con todos los honores hubiese entregado gustoso su valiosa colección de pipas por ver un partido de polo en el club en vez de leerlo al día siguiente en The Times, conque no nos pongamos estirados y santurrones sin motivo. Los niños necesitan como todos estar al día para luego, si las circunstancias son propicias, llevar la contraria: en ese vital empeño, hasta la instrucción en religiones trasnochadas nos parece altamente necesaria –el chiste: la madre priora se está muriendo y sus monjitas la reconfortan ponderándole las bondades de la próxima cercanía a la casa del Señor; ella responde “¡callad, callad, hijas, que como en casa de una no se está en ninguna parte!” (esta digna señora, por cierto, debe tener ya en la celda la nueva wii…)
En fin, la conclusión inevitable es que los chicos de ahora, como los de antes, hacen bien en demandar su dosis de televisión como actividad extraescolar formativa e integradora. Otra cosa sería hablar de nosotros, los resabiadísimos adultos…

jueves, 6 de enero de 2011

Insisto, II: La inquietud en el barro –lecciones de historia de la filosofía antigua y medieval, I. El espíritu griego, Quintín Racionero, Dickinson, S.L.


Solía decir un psicólogo discípulo del filósofo Gustavo Bueno que, conforme dictan las leyes perceptivas de la escuela de la Gestalt, a su maestro apenas se le veía -o se le veía en contadas ocasiones- en el panorama filosófico español sencillamente porque era una figura que se alzaba sobre apenas ningún fondo que le sirviera de contraste. Naturalmente, se equivocaba. Pero uno se siente tentado hoy a decir lo mismo respecto del Catedrático de Filosofía Quintín Racionero, lo cual no quiere decir que no existan otros nombres de valía en nuestro país, o que al profesor Racionero no se le conozca bien entre colegas y alumnos, pero sí que pocos tocan tantos campos del saber con idéntico sentido de la innovación responsable. Sin embargo, debido a su ejercicio mayoritariamente académico, parece que sólo es calibrado en su debida talla desde el extranjero (esa mala costumbre nuestra innarraigable…), y por eso también es tan importante la publicación que ahora ha salido a la luz, El espíritu griego, primera parte de un díptico que contiene unas grabaciones en DVD precedidas y seguidas por textos que llevan el rótulo común de La inquietud en el barro –de acuerdo com una fábula mitológica que se elucida al inicio. 

Se trata, como digo, de cuatro DVDs flanqueados por una excelente guía didáctica en los que el filósofo “da la cara” en carne y hueso para mostrar el resultado de unas investigaciones muy avanzadas en el lenguaje más llano, ameno y convincente. Se diría que este hombre lleva Europa en la cabeza en todas sus conjugaciones (cómo fue, cómo habría podido ser, cómo es y cómo podría ser…), y aquí nos la cuenta en sus orígenes, con sabiduría oral y tocando todos los registros posibles. De hecho, hay que verlo para creerlo, y en el presente volumen puede, en efecto, verse y oírse además de leerse…

miércoles, 5 de enero de 2011

Insisto: Las músicas de nuestro tiempo -el universo pop, Álvaro Alonso Trigueros, Dickinson S.L.

Cuentan que, en una ocasión, camino del neoyorkino CBGB para escuchar a un nuevo grupo punk el joven Lou Reed fue interceptado por un conocido que, viéndole tiritar de frío sin más atuendo que una camiseta mal cubierta por una fina chupa de cuero en mitad del duro invierno, le recriminó lo poco que cuidaba de su salud; la respuesta del cantante fue: "Rock stars don´t dress for the weather..." Ya desde antes de entonces no sólo las estrellas del rock, sino todos sus seguidores y, de rebote, la gran mayoría de la población, pocas veces viste pensando en el tiempo que vaya a hacer, y por eso y por muchos otros motivos se oye tanto aquello de que la música pop más que un estilo moderno de sonido es toda una forma de vida. El autor del presente libro, doctor en Filosofía y DJ experimentado, rememora con gusto e inteligencia la historia del siglo XX desde la perspectiva de la emergencia e implantación de toda suerte de movimientos, bandas y personalidades del "universo pop", describiendo con ello un largo e intrincado recorrido que no se conforma con detenerse sólo en los entresijos de la música misma, sino que acierta a engarzarla en el contexto cada vez más global al que perteneció y aún pertenece actualmente (en tanto espíritu de nuestro tiempo, en los términos de Alonso).
Por su perspicacia y amenidad, tanto como por su interés y dimensiones, personalmente se me antoja el complemento perfecto a aquel ruido eterno de Alex Ross que no hace mucho "calentaba" nuestras librerías de pasión melómana -le guste o no la metáfora a un ya sexagenario Lou Reed. 

martes, 4 de enero de 2011

Mellis Year Two

-Caminar no sólo es ganar altura: es profundidad de campo.
-Correr es mejor delante que detrás.
-El lenguaje de los adultos precisa de correcciones serias inalcanzables para los sabios de la R.A.E. -entre ellas, suprimir palabras superiores en longitud a las bisílabas.
-James Stewart de bebé no padecía vértigo.
-Sabina: existe la envidia del pene, pero es sana, y, total, ya tendrá los que quiera...
-Roque: los mieditos de esta etapa no son más que señal de una saludable imaginación.
-La televisión (o, en su defecto, Internet) es nutritiva, como decía la canción.
-No saber nunca qué ocurrirá después resulta estimulante: padres proveerán...
-Dormir es para los débiles o los currantes, y todo se organiza espontáneamente alrededor.
-Si no puedes hablar, bien está canturrear sin orden ni concierto.
-La física duele.
-Sabina: ¡¡Pento!! (=cuento; es como su madre, le gustan los cuentos, por eso me la ligué).
-Roque: ¡¡Boto!! (=moto; para que digan que todo es adquirido...)
-Pronto comienza desnudarse a ser divertido...
-(Saben ya besar y acarician en la oscuridad: digo yo que el Maykel Yakson fliparía).
-El agua es el único elemento aliado de hacer el bruto.
-Hay más animales que los perros, pero sólo estos humedecen.
-Los columpios son artefactos raros que conducen de arena a arenazo.
-Sabina: ¿qué sería la vida sin Roque para pararle los pies?
-Roque: una hermana está bien siempre que se acueste antes.
-Los abuelos son seres más generosos que los padres sin comparación.
-Los padres son tan poca cosa en comparación con las madres que se recomienda seriamente la prohijación por parte de parejas sáficas como nueva y preferente unidad familiar.
-Nada puede hacerte comer si tú no lo deseas.
-La propiedad es, efectivamente, un robo: mío es lo que quito a los demás.
-La vida es un western: de "Dos cabalgan juntos" a "Dos mulas y una mujer".
-Everybaby: ¡¡Bésame el culito!! -empieza la guerra...

lunes, 3 de enero de 2011

Una sola frase para juzgar cada una de 5 películas vistas recientemente (ninguna en la tele)

    El rey del juego: No basta Steve McQueen para un pobre remedo de El buscavidas...
    Elegy: Buscaba a Roth y me estrellé contra la Coixet...
    El loco del pelo rojo: Nunca mereció la pena ser un genio del romanticismo...
    Up in the air: Sorprendentemente agridulce y original en su manido género.
    El cónsul de Sodoma: La escena final desmerece un magnífico biopic... ¡español!

domingo, 2 de enero de 2011

Sophía

Autor(es):Racionero, Quintín
Título:La Inquietud en el Barro. Lecciones de historia de la filosofía antigua y medieval  
SubTítulo:I. El espíritu griego
ISBN:978-84-9982-042-2
Edición:1ª 2010Páginas:  82Precio:  24.00 €uros  Peso:  0,400 Kgs.
Comentarios:  Contiene CD: CD I - La aurora del pensar en Grecia. Introducción y presocráticos. CD II - La herencia de la Grecia clásica. El debate de la Ilustración. Platón. CD III - La herencia de la Grecia clásica. Aristóteles. CD IV - La 1ª globalización cultural. Estoicos- Epicúreos. Académicos. Escépticos.
 



Reseña:Quintín Racionero Carmona, cursó estudios de filosofía y filología clásica en la Universidad Complutense de Madrid, donde, tras obtener el Premio Nacional Fin de Carrera en 1973, se doctoró con Premio extraordinario en 1980. Amplió estudios en la Universidad París-Sorbona, así como en las de Erlangen y Hannover. Profesor invitado en múltiples Universidades de Europa y América, ha sido fellow de la Leibnizforchungstelle de Hannover, así como de las Universidades de Berkeley, Hebrea de Jerusalén, Berlín y Cambridge. En 1983 obtuvo la plaza de Profesor Titular en la Universidad Complutense de Madrid, y desde 1990 es catedrático de Filosofía de la UNED.
Sus publicaciones se han dirigido hasta ahora a tres áreas de trabajo. Una primera dedicada al pensamiento antiguo, donde destaca su edición, traducción y comentarios de la Retórica de Aristóteles. Una segunda relativa a los orígenes de la modernidad y al pensamiento del barroco. Y una tercera, en que la preocupación fundamental ha estado constituida por el examen del pensamiento contemporáneo. 

sábado, 1 de enero de 2011

Derechos de autor, por Israel S.

Oigo por la radio que los productores de una peli han tenido que soltarle una pasta a la SGAE porque en una escena dos personajes jugaban a adivinar películas por sus bandas sonoras, y esto mediante el tarareo. Justo antes había escuchado a Alex de la Iglesia encomiar la receptividad de la organización ante las posiciones que le son contrarias, lo cual menciono para reflexiones posteriores a ésta.

En la primera información es donde encuentro un argumento fresco y nuevo, al menos para mí, en contra, no de los derechos de autor, sino de lo que haya detrás de los derechos de autor, que suena siempre a recaudación sin escrúpulos. Según los famosos supuestamente representantes de los creadores (algunos de los cuales han creado, a su vez, alguna forma de algo en algún momento), los derechos de autor son imprescindibles para proteger la creación. Bien, vemos aquí un caso en el que la creación no es protegida sino impedida (o arruinada), y que la escena del caso nunca habría existido de haberse sabido lo cara que saldría. No me pongo a enumerar, que tengo sueño, pero ¿cuántas tipos de ideas legítimamente creativas no pueden llevarse a cabo porque los derechos de autor serían su ruina? Hace 500 años sólo unos pocos podían pintar, porque una mínima cantidad de colorante azul no se podía pagar con un mes de trabajo medio. Hoy todos los medios técnicos están a nuestro alcance, libertad del creador, pero para metérnosla por el culo, porque cada vez que citamos, comentamos, intertextualizamos, o simplemente hacemos aparecer (como es casi inevitable en una cultura llena de productos culturales, y como es lo propio en cualquier desarrollo creativo personal), convertimos nuestra obra en superproducción o delito.

Me dice una amiga “hacemos el vídeo de la canción y ya está. Y si luego nos dicen algo, pues por lo menos lo tenemos para nosotros”. Pues para quedármelo, no lo hago. Creación perdida, fortuna del mundo (en este caso, pero no en el de otros cientos de miles).

Ni el PSOE es el PSOE, ni los artistas son artistas.