domingo, 27 de diciembre de 2009
Voraces navidades en el centro de Madrid
Esto está tremendo, el puñetero hervidero que se dice. Incluso ayer noche, que salía el gran Chiquito de la calzada en la tele haciéndose pasar por camarerorrrr (o barman al otro lado de la barra, no sé), te encontrabas las calles y sus refugios de parada y fonda a reventar, daba gusto. Mientras haya algo de la luz -si no brillante, al menos gratuita- más bien plomiza de la tarde invernal todo quisque se lleva al rorro de cero coma meses a pasar frío cerca del núcleo del volcán comercial. No es que nos gusten las aglomeraciones, al contrario (aunque a ver cómo roban carteras con los dedos huespedes), pero siempre hay rincones donde la peña se agrupa en racimos asequibles. En el callejón de San Ginés, por ejemplo, la churrería viejuna ha puesto braseros elevados para mantener viable una terraza en plena rasca. ¡Pasen, pasen, que al fondo hay sitio! -y así de paso le damos en las narices a la programación infantil de las diferentes cadenas, informativos incluídos, que en las dichosas fiestas reeditan material usado hasta la saciedad, o que lo parece.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
solo quería saludar. estaré por aqui, leyendo antipatías.
ResponderEliminarlo de las aglomeraciones del centro, así son. si suarez se acordara de su cabeza, se frotaría las manos hasta hacer fuego.
bienvenido a la blogosfera. besos invisibles.
Así son, y bien recibidas cuando puede uno subirse al palomar para contemplarlas desde lo alto. ¿Porqué Suarez? y bienvenido.
ResponderEliminarhombre, el inventor del centro democrático. estaría encantado de la aceptación que tiene su invento en todas las espheras: políticas o comerciales.
ResponderEliminar¡Juass! ¡Ahí me estabas esperando, bribón!
ResponderEliminar