Blog de crítica de la cultura y otras balas de fogueo al gusto de Óscar S.

Encuadre: página de "Batman: Year One", Frank Miller y David Mazzucchelli, 1986-7, números 404 a 407 de la serie.

martes, 10 de abril de 2012

lunes, 9 de abril de 2012

¡Fruterida!

En la esquina de mi calle, un vergel. Dispuestas en rectángulo irregular, mil y una excrecencias salvajes del árbol o arbusto, cortadas, clasificadas y presentadas al apetito del consumidor. Eso es la civilización, y no Rajoy, o si es Rajoy, viene después de las frutas, garantizándonos, o no, su rutilancia. La política como acceso universal a los retoños de la naturaleza, adecuadamente humanizados, no pedimos más. Todo lo que exceda esto es pedantería parlamentaria. Todo lo que esté por debajo de esto reclama revolución, por mal alimentada. Un experto en pocheces y madureces me asesora en cuanto a la vida media de cada ejemplar: no sabe poco el hombre, no sabe a poco lo que dice. En cambio, poco es lo que lo que le pagan, y poco el mundo que su pericia tiene en poco. ¡Vale en más saber de valores, gana más el que su futuro dicta! Nada sabe la piña de su mendaz rapiña... 

martes, 3 de abril de 2012

Los 40 siderales

En 1977, una selección musical con los mas grandes éxitos de la Tierra, el Top Ten terrestre, partió a bordo de un disco adosado en dos naves Voyager de la Nasa, que en estos momentos están abandonando nuestro sistema solar. Esta es la lista completa de los temas seleccionados entre astrónomos y artistas por el afamado Carl Sagan:


· Bach, Brandenburg Concerto No. 2 in F. First Movement, Munich Bach Orchestra, Karl Richter, conductor. 4:40
· Java, court gamelan, "Kinds of Flowers," grabado por Robert Brown. 4:43
· Senegal, percussion, grabado por Charles Duvelle. 2:08 · Zaire, Pygmy girls' initiation song, grabado por Colin Turnbull. 0:56
· Australia, Aborigine songs, "Morning Star" and "Devil Bird," grabado por Sandra LeBrun Holmes. 1:26
· Mexico, "El Cascabel," interpretado por Lorenzo Barcelata and the Mariachi México. 3:14
· "Johnny B. Goode," escrito e interpretado por Chuck Berry. 2:38
· New Guinea, men's house song, grabado por Robert MacLennan. 1:20
· Japan, shakuhachi, "Tsuru No Sugomori" ("Crane's Nest,") interpretado por Goro Yamaguchi. 4:51
· Bach, "Gavotte en rondeaux" from the Partita No. 3 in E major for Violin, interpretado por Arthur Grumiaux. 2:55
· Mozart, The Magic Flute, Queen of the Night aria, no. 14. Edda Moser, soprano. Bavarian State Opera, Munich, Wolfgang Sawallisch, conductor. 2:55
· Georgian S.S.R., chorus, "Tchakrulo," collected by Radio Moscow. 2:18
· Peru, panpipes and drum, recolectado por la Casa de la Cultura, Lima. 0:52
· "Melancholy Blues," interpretado por Louis Armstrong and his Hot Seven. 3:05
· Azerbaijan S.S.R., bagpipes, grabado por Radio Moscow. 2:30
· Stravinsky, Rite of Spring, Sacrificial Dance, Columbia Symphony Orchestra, Igor Stravinsky, conductor. 4:35
· Bach, The Well-Tempered Clavier, Book 2, Prelude and Fugue in C, No.1. Glenn Gould, piano. 4:48
· Beethoven, Fifth Symphony, First Movement, the Philharmonia Orchestra, Otto Klemperer, conductor. 7:20
· Bulgaria, "Izlel je Delyo Hagdutin," cantado por Valya Balkanska. 4:59
· Navajo Indians, Night Chant, grabado por Willard Rhodes. 0:57
· Holborne, Paueans, Galliards, Almains and Other Short Aeirs, "The Fairie Round," interpretado por David Munrow and the Early Music Consort of London. 1:17
· Solomon Islands, panpipes, recopilado por the Solomon Islands Broadcasting Service. 1:12
· Peru, wedding song, grabado por John Cohen. 0:38
· China, ch'in, "Flowing Streams," interpretado por Kuan P'ing-hu. 7:37
· India, raga, "Jaat Kahan Ho," cantado por Surshri Kesar Bai Kerkar. 3:30
· "Dark Was the Night," escrito e interpretado por Blind Willie Johnson. 3:15
· Beethoven, String Quartet No. 13 in B flat, Opus 130, Cavatina, interpretado por Budapest String Quartet. 6:37


Tomado de http://www.eluniversal.com.mx/articulos/47050.html. Pero los extraterrestres ya habían hecho su propia propuesta antes:

Antipático Kundera

En La ignorancia, de Milan Kundera:

Schönberg era consciente de la existencia de esa bacteria. Ya en 1930 escribía: “La radio es un enemigo, un despiadado enemigo que avanza irresistiblemente y contra el que toda resistencia es vana”; la radio, “sin sentido alguno de la medida, nos atiborra de música (...), sin preguntarse si queremos escucharla, si tenemos la posibilidad de percibirla”, de tal manera que la música pasa a ser un simple ruido, un ruido entre otros ruidos.
La radio fue el pequeño arroyo en el que todo empezó. Llegaron después otros medios técnicos para reproducir, multiplicar, aumentar el sonido, y el arroyo se convirtió en un inmenso río. Si antaño se escuchaba música por amor a la música, hoy aúlla constantemente por todas partes “sin preguntarse si queremos escucharla”, aúlla por altavoces de los coches, en los restaurantes, en los ascensores, en las calles, en las salas de espera, en los gimnasios, en las orejas taponadas por los “walkman”; música reescrita, reinstrumentada, acortada, desgajada, fragmentos de rock, de jazz, de óperas, flujo en que todo se entremezcla sin que se sepa quién es el compositor (la música convertida en ruido es anónima), sin que se distinga el principio del fin (la música convertida en ruido no sabe de formas): el agua sucia de la música en la que muere la música.

lunes, 2 de abril de 2012

Formas y frecuencias

Trampa de cazadores, Pelayo Martín, Akal, 2012


Aún me retumban los oidos, todavía veo en hierro y lodo, sigo con el corazón estragado… Acabo de dar fin a la lectura de la última novela de Pelayo Martín y sé con bastante certeza que no podra haber una segunda parte, aunque la guerra, nuestra guerra, durara dos largos años y medio más tan solo en los frentes. Al señor Martín se le nota enamorado de su protagonista, de manera análoga a como Arturo Pérez Reverte lo está de los suyos. Esos personajes correosos, de colmillo retorcido, que apenas tienen nada que perder más que su propia estima enganchan mucho. Tal vez sea porque exaltan la impotencia que sentimos a diario a la categoría de destino, pero de un destino peleado hasta el último centímetro. Isidoro Amarras es mucho más hablador que el capitán Alatriste: también tiene mucho más que decir, y no piensa permitir que un chiquillo lo diga por él. Desde el Alzamiento hasta noviembre de 1936 pasando por la toma del Cuartel de la Montaña, la defensa de la Casa de Campo, la carnicería en la Facultad de Filosofía, la llegada de Durruti a Madrid y la batalla del Clínico, toda una odisea de lucha, dolor y muerte. 
Hay dos grandes tradiciones de ficción bélica que hemos heredado del turbulento siglo pasado: la primera, emblematizada por Erich María Remarque o Robert Graves, llora por las víctimas de conflictos fatales, cósmicos, absurdos; la otra, más romántica, odia la guerra tanto como la ama, en tanto prueba de fuego del hombre auténtico. Hemingway, Hassel, son paradigmas de esta última. Con total ecuanimidad, Pelayo Martín bebe de ambas para reconducirlas hacia la amargura por esa acre madrastra que fue y a veces sigue siendo España, cuyas heridas parecen no terminar de cerrarse nunca. Y lo hace magníficamente, casi sin dejar respirar al lector, con gran eficacia narrativa y no poco humor negro. La guerra, y no el sexo o el arte, ha sido sin duda la experiencia más intensa de la humanidad a lo largo de su historia, pese a que hoy nos cueste imaginar el ardor jubiloso con que los hombres acudían a ella. Los buenos escritores nos hacen comprender eso y también el horror que necesariamente le seguía, a fin de no olvidarlo mientras que, por suerte o por casualidad, podamos todavía estremecernos con horror épico del casi siempre espantoso pasado histórico desde una cómoda butaca.


http://amarras1936.blogspot.com.es/2012/04/presentacion-de-trampa-de-cazadores.html 

http://www.periodistas-es.org/libros-y-publicaciones/trampa-de-cazadores-de-pelayo-martin


domingo, 1 de abril de 2012