Blog de crítica de la cultura y otras balas de fogueo al gusto de Óscar S.

Encuadre: página de "Batman: Year One", Frank Miller y David Mazzucchelli, 1986-7, números 404 a 407 de la serie.

martes, 22 de diciembre de 2009

Rita, sus relaciones con los vecinos

No teníamos hielo, y como yo soy quien suele bajar por gusto, le digo que le toca a ella. Le apetece poco, así que le informo que se lo voy a pedir a la vecina. Ella me lo impide corriendo escandalizada: había pensado que iba a pedir a la vecina que fuese ella la que bajase a por hielo. La maternidad, que pasa factura.


2 comentarios:

  1. Ni un comentario. Pero no te quepa duda que es por no llevarte la contraria y arriesgarse a ser prueba de que un blog es objeto de curiosidad de los allegados, y que la variedad de posibilidades en que permite presentar el discurso de cualquier género es proclive a convertirse en fuente de inspiración para el que lo escribe tanto como para el que lo lee. Recuerda a un árbol de navidad, muy parecido a todos, muy hortera en lo que representa, pero con la posibilidad en cada una de sus ramas, de colgar un adornito que sí tenga gracia. Esa diversidad nos ayuda, además, a los TOC, que vemos la obligación de resolver un problema estético o discursivo como la trampa de la que nunca podremos escapar, y una estructura de galería, como ésta, como una oportunidad para liberar nuestros movimientos y dejar la prenda allí donde nos pille la inspiración.
    Es verdad que el problema es la saturación, y que algo debería pasar con los blogs para que recuperaran su interés. Pero eso que pase puede ser que tiendan a organizarse según jerarquías naturales (no siendo, por ejemplo, necesaria la máxima “cada hombre un blog”). Que la forma del blog se aproxime, en sus casos más desarrollados, a la de la página o portal, aglutinando diversas actividades de diversas personas a la vez que conservan la firma, o firmas, personales, el carácter, el discurso individual como uno de sus intereses principales. Y lo más interesante, supongo, es la investigación del medio que, sin duda, ofrece todas las posibilidades. Verlo como un género muerto casi antes de empezar, refugio cansino de frikis con aspiraciones de grandeza digital, tiene algo de espíritu de nuestro tiempo y moda pesimista, acostumbrados, como estamos, a que la denuncia del fracaso de la revolución, sea ésta la que sea, no se equivoque nunca. Pero bajo las proclamas, las ilusiones precipitadas y los lanzamientos comerciales, las cosas van pasando y cambiando. Es frecuente que cuando algo que parece que debería funcionar no funciona, la solución esté esperando unos ojos nuevos que sepan redescubrirla.
    El que no haya comentarios tiene una lectura evidente: miles de lectores esperan con respeto reverencial tu próxima afirmación, negación o duda, y evitan la presunción enmendarlo con su firma. Viva la humildad triunfadora frente a todos los elogios, y que cunda el vicio y el error.

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  2. Bueno, antes estuvimos acostumbrados durante muchísimo tiempo a lo contrario: que la proclama de la revolución funcionara de muerte, usada la última expresión aposta. Pero tienes razón en todo, Castelar mío.

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