jueves, 13 de octubre de 2011
Desventuras de un padre múltiple, I
"Padre" incluye también madre, claro, conforme exige la gramática. Llevas al colegio y/o guardería a tres niños a pulso, dos en una sillita desvencijada ya por el peso y, en general, una vida baqueteada, que bien podrían ir a pie pero no tienes manos para mantenerlos en la acera, y otro en una mochilita delantera tipo Canguro Jack, basculante al ritmo de tus pasos. La gente te mira admirada, y chuchichea lo que en el fondo es más un "que listo he sido" de autoconsuelo que una genuina expresión de asombro. Los comentarios ya de los más próximos pero no íntimos, todos empiezan por "no te aburrirás, no, tienes entretenimiento..." -y tú patas de gallo y culo fofo, gilipollas. Los biceps se definen -muy filosófico-, los cuadriceps como patas de Robocop. Si hace calor, perdiendo toxinas en cantidad. Si frio, chimenea de aliento. Ocupas media calle abriendo paso a la manada, que cuando crezcan pareceran tu escolta. Pero lo peor, lo más ridículo, es que cuando por fin llegas al almacén de crios, encima te pesa dejarles...