La rosa es rosa sin porqué, Angelus Silesius.
-Nihilismo activo: Tanto el color de la rosa como su propia presencia en el mundo podrían no ser o ser de otra manera; son, pues, contingentes -no hay fundamento para hablar de su necesidad lógica o metafísica, lo cual es o otra manera de decir que se bastan a sí mismos para estar. Cabe sentirse agradecido -tras reflexionar- de haberla encontrado tal cual es (Heidegger), o incluso cultivar otras variedades distintas a gusto de cada cual (Nietzsche).
-Nihilismo reactivo: Tanto el color de la rosa como su propia presencia en el mundo son transitorias, ilusorias. absurdas y vanas, pues la nada -más real que la rosa misma- horada, vacía substantivamente su necesidad logica o metafísica -por consiguiente fuimos engañados maliciosamente por alguien o por todo, y no queda otra que desesperar (Schopenhauer) o vengarse (Cioran) -el resentimiento....