miércoles, 14 de diciembre de 2011
Persistencia de "El Gran Inquisidor"
De sobra conocida es la fábula de Iván Karamázov narrada por Dostoievski: si Jesucristo en persona volviera a la Tierra, la autoridad religiosa se encargaría de echarle. Hoy tengo la misma sensación respecto a los mini-jobs esos que nos venden ahora. Si se descubriese al fin una forma de energía inagotable, limpia y barata como lo es la fisión que actualmente se investiga, todos pensamos que alguien se encargaría de suprimirla y silenciarla. Pero es peor: se hallaría la manera de que estuviesemos aún más ocupados en algo ajeno y estúpido ¿Es la historia irracional o sólo sus ocultos autores? Cuando se inició el maquinismo, que iba a acabar con la miseria en el mundo, los luditas se vieron forzados a destrozar los engendros mecánicos para recuperar su trabajo. Su avance es siempre nuestro retroceso. Hablar, por ejemplo, del "derecho al trabajo" es un sarcasmo inhumano tal que debiera abrirse el suelo para tragarse al que lo menciona, conduciéndole en picado al Reino del Inframundo del que de facto lo niega. Ya sólo nos educan para currar o hacer el mongolo, y van y nos reducen la primera posibilidad en beneficio de la segunda. Desea trabajar, puesto que no puedes. No mires con compasión al Tercer Mundo, vaya a ser que pases a formar parte mañana. Vive como un fraile mendicante, rézale a la puta tele. En verdad, en verdad te digo que me cago en todos sus vivos...
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