Blog de crítica de la cultura y otras balas de fogueo al gusto de Óscar S.

Encuadre: página de "Batman: Year One", Frank Miller y David Mazzucchelli, 1986-7, números 404 a 407 de la serie.

martes, 11 de septiembre de 2012

La conspiración de los malos alumnos ( o "La educación prohibitiva")

http://www.youtube.com/watch?v=-1Y9OqSJKCc

Este aparentemente inócuo enlace conduce hacia una famosa película que circula por la red como si fuera eso, un documental largo, cuando es más bien un corto hipertrofiado. Corto de ideas, corto de miras y corto y pego sin criterio. Si no lo has visto, valoras tu tiempo. Si lo has visto, toma venganza.

Trata de una docena de contraculturetas desfasados a los que seguramente en una noche de yerba loca se les ofreció la oportunidad de formar parte de un proyecto alternativo de algo. Eso ya les había pasado antes, pero esta vez se trataba de educación, allí donde todavía podrían -o eso pensarían- sembrar sus demencias en pro de la Era de Aquario. Y además tenían unas cuantas ocurrencias al respecto, maduradas en esta y otra comuna pero ya incubadas en su etapa de obtusos estudiantes de pellas. Es comprensible: entonces el sistema educativo era efectivamente disciplinario y represivo, como estudió Foucault. En España padecían la asignatura de Formación del Espíritu Nacional, como locomotora que tiraba de todas las demás con el siempre infanticida apoyo de la Iglesia Católica (por cierto, en la calle Delicias está el sagrado templo en cuyo frontispicio se lee la inscripción Nuestras delicias son los hijos de los hombres...) Aquello no se borró de su ánimo, y en consecuencia se agazapa insidioso en su mente bajo tanto transporte místico con consignas setentaiochistas. Porque el caso es que lo que pregonan aquí, so capa de progresismo, es el retorno al corazón. ¿De qué coños sirve llenar cerebros si podemos volver a salvar almas? Para ello, echemos mano de nuevas fes, como "el hombre intrínseco", "la creatividad artística" o "el ágape del amor fraterno", todo en beneficio exclusivo del chaval. Del chaval, no del hombre que será, que ya se buscará las lentejas por su cuenta y riesgo con tan extravagante curriculum a sus espaldas:

-¿Usted qué sabe hacer?
-Me gusta pintar los árboles de colores.
-¿Pero qué estudios tiene?
-Sacrificaba corderos vivos con un cartabón afilado.
-El puesto de jefe ya está ocupado.

Ahora vienen unos chicos del cine que les entrevistan, malos alumnos con malos profesores probablemente en el pasado también ellos. Prometen difusión por internet y muchas cuestiones abiertas al final. El envoltorio será una historia delirante de la educación donde Platón posee varias academias donde no se da clase y la escuela pública, obligatoria y gratuita la fundaron los padres de los nazis. Acompañado de la historia dramáticamente impostada de unos crios modélicos pero tan incomprendidos que no se llevarían bien ni con los de Verano azul. El futuro son ellos. El presente son otros crios muy distintos, mareados por los medios y el consumo, que en caso de ver esta parodia perderán toda la poca motivación que les queda.

Porque la educación pública, obligatoria, gratuita, etc., esa que se ha empezado a demoler al menos en Madrid desde el año 2000 (apocalipsis muy a escala humana) había sido diseñada en la Revolución Francesa desde el presupuesto de arrebatar la instrucción básica a la Iglesia para entregarla al ideal del ciudadano universal bien preparado. Las propias universidades se concibieron siglos antes como enclaves de la transmisión del saber de la Humanidad. Claro que tal humanidad estaba mejor representada por la Historia de la Europa cristiana blanca, pero semejante chauvinismo imperialista ya andaba siendo seriamente cuestionado a partir de la Descolonización. Y, total, a quién demonios le importa el saber de la humanidad si le ofrecen a cambio un profesor cada cinco niños, un jardín de fantasía en las afueras y el mito del Arte Libre, justamente el área del conocimiento que hoy exhibe la faceta más irrisoria de la decadencia cultural de Occidente. Con la seguridad de que no será ni memorístico, ni compartimentado, ni secuenciado ni obligatorio ni público ni gratuito. Se puede vivir sin logaritmos, a condición bien de que te sitúes por encima de ellos, como las élites, o por debajo, como los que les limpian los establos. 

A favor de la Ilustración y los logaritmos, en cambio, y sin menosprecio de la creatividad, encontramos también en youtube a este viejo profesor, del cual, sospecho, cabe barruntar que el pobre recibió una educación tradicional y hasta sacaba buenas notas:

http://www.youtube.com/watch?v=AsZJxDsd1Q8

Tal vez sus delicias sean las obras de los hombres.

7 comentarios:

  1. Respuestas
    1. http://www.monografias.com/trabajos910/carta-adolescentes-infames/carta-adolescentes-infames2.shtml#humild

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  2. Hasta el minuto quince... más o menos. De ahí pasé a una mosca que rondaba mi hermosa cabeza.
    Gracias amigo, me has quitado un peso de encima (podrías quitarme más) al cubrirles de desprecio... y yo que empezaba a pensar que mi desinterés por el reportaje era mi viejo déficit de atención, ese que me llevó a mi exitoso fracaso escolar... y a todos los demás...

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  3. cuantos "educadores" se harían de oro si vendieran el éxito de su forma de educar!!!
    pero ahí es donde me gustaría verles, no dando charlas ni escribiendo libros, mejor delante de la pizarra o frente a 30 alumnos, a ver

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  4. yo creo que la profesión de maestro o enseñante debería ser como los cargos políticos, debería restringirse a como mucho dos legislaturas, no tendrían que ser vitalicios...habría menos culos celulíticos.

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  5. el vídeo es lacrimógeno y tiene tufillo a pedagogía Waldorf, Montessori, etc.
    Muy acertado en lo referente a su condición de "contraculturetas desfasados" "en pro de la Era de Aquario", muy new age, quizás los hijos de los hippies progres, víctimas propiciatorias del "corazón" y los power points, todos con sus sonrisas auráticas...de esas aguas estos vídeos!
    Y cuidado, creo que estás prácticas y teorías educativas siempre han tenido su público.

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  6. Lo del exitoso fracaso escolar también lo sufrí, pero no siempre. En cuanto a las legislaturas, se ve que ya están en ello. Hay un público, sí, el miedo siempre tiene público y voceros, y la soteriología también.

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