A menudo se olvida que el mil veces citado Informe PISA sobre la educación en la OCDE arroja un dato sorprendente: el sistema educativo español es de los más equitativos, más que, por ejemplo, el bien parado finlandés. La característica de la equidad valora positivamente, entre otras cosas, que “el éxito educativo de los estudiantes sea esencialmente independiente del entorno social, económico y cultural de su familia y de su centro educativo”. ¿Qué significa esto? Que, gracias a la escuela pública, han podido ser médicos los hijos de padres sin estudios, ser jueces las lesbianas ateas o que los más pobres han tenido a los mejores profesores. Estos se han puesto en pie de guerra para defender la enseñanza pública. Fíense de ellos como lo hizo cuando le explicaban geometría: detrás de sus movilizaciones no están los intereses privados ni los laborales, sino la defensa de la equidad.
martes, 13 de septiembre de 2011
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