jueves, 19 de enero de 2012
Cuento infantil
El planeta Tuintuin está habitado únicamente por infantes menores de nueve años y todas las especies de animales y plantas nacidas de sus mares y sus suelos presentes desde que se terraformó hasta la actualidad. La nacimiento y cuidado de los niños yace enteramente en manos de maquinas, y eficientes robots-mamá se encargan de impedir las peleas y encauzar su desarrollo afectivo. Cuando cumplen los antedichos nueve ciclos según el cómputo de los soles de Tuintuin son eliminados de manera programademente cariñosa e indolora. Se dice que así lo desearon los últimos habitantes adultos del planeta, hastiados de una civilización que había alcanzado sus máximos logros y por tanto descubierto como definitivamente absurdos el romanticismo, los conflictos y la religión. Según tal leyenda, una vez preparado todo, interrogaron a una niña de tres años por un nombre bonito para ese nuevo mundo ignorante pero inofensivo y resolvieron su propia extinción. "Tuintuin", como vino a llamarse desde entonces, es un paraiso de alegría e ilusión antinaturales que ninguna otra cultura galáctica se ha atrevido jamás a tocar, quizá por miedo...