Se puede añadir mala gestión de los recursos públicos. Un ejemplo es el del estadio de atletismo del Vallehermoso. Durante 46 años fue el escenario de las competiciones nacionales e internacionales en Madrid, pero se había quedado antiguo. Así que el Ayuntamiento decidió construir uno nuevo sobre el terreno del antiguo. En 2007 cerró sus puertas y en 2008 fue demolido. Según el proyecto, el nuevo debería haber estado listo en 2010, pero nadie previó la crisis. El presupuesto menguó, se convocó un concurso para la adjudicación de las obras y nadie se presentó. Como consecuencia de ello, se aplazó sine die la construcción del nuevo estadio. Ahora tenemos un solar por no se sabe cuánto tiempo y al maravilloso gestor que originó este absurdo se le ha premiado recientemente con la cartera de justicia, sí el "progresista" Gallardón (¡Pobre justicia!). Hay dos o tres obras más en la misma situación, para su vigilancia el Ayuntamiento ha destinado un millón y medio de euros, forma muy productiva de gastar el presupuesto que Gallardón sacaba de esquilmar a los ciudadanos con sucesivas subidas de impuestos. Digo yo, ¿una adecuada gestión no hubiese cerrado todo antes de demoler el vetusto estadio? Y no quiero hablar de la tan cacareada gestión privada: Polideportivo de la Concepción; piscina de verano: cuatro años cerrada; piscina de invierno: dos años cerrada.
domingo, 5 de febrero de 2012
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No eres más que un tiquismiquis... con el precioso descampado que ha quedado... una cementera te montaba yo ahí, te enterarías tú...
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