Blog de crítica de la cultura y otras balas de fogueo al gusto de Óscar S.

Encuadre: página de "Batman: Year One", Frank Miller y David Mazzucchelli, 1986-7, números 404 a 407 de la serie.

lunes, 21 de junio de 2010

Buscar las diferencias...


¿Qué hemos cambiado en la letra de Gardel traspasada al s. XXI?
"Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé,
en el quinientos seis y en el dos mil también;
que siempre ha habido chorros,
maquiávelos y estafáos,
contentos y amargaos, valores y dublé.
Pero que el siglo veintiuno es un despliegue
de maldá insolente ya no hay quien lo niegue,
vivimos revolcaos en un merengue
y en el mismo lodo todos manoseaos.
Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor,
ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador.
¡Todo es igual, nada es mejor,
lo mismo un burro que un gran profesor!
No hay aplazaos ni escalafón,
los inmorales nos han igualao...
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón.
¡Qué falta de respeto, qué atropello a la razón!
¡Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón!
Mezclaos con Stavisky van don Bosco y la Mignon,
don Chicho y Napoleón, Carnera y San Martín.
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia contra un bandoneon.
Siglo veintiuno, cambalache, problemático y febril,
el que no llora no mama y el que no roba es un gil.
¡Dale nomás, dale que va,
que allá en el horno te vamo a encontrar!
¡No pienses más, tirate a un lao,
que a nadie importa si naciste honrao!
Si es lo mismo el que labura
noche y día como un buey
que el que vive de las minas,
que el que mata o el que cura
o está fuera de la ley."

5 comentarios:

  1. ¡Exacto!: ¡nada! Plena vigencia, excepto que podríamos poner El señor de los anillos en vez de la Biblia, pero son fruslerías...

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  2. ¡Es mi tango favorito! Pero, querido amigo, jamás lo cantó Gardel… pues “Cambalache” se estrenó en 1935, año de la trágica muerte de Carlitos Gardel.

    “Cambalache” se debe al portentoso genio de Enrique Santos Discépolo, “Discepolín” (1901-1951), que compuso su música y su letra en 1934 para la película “El alma del bandoneón”, donde lo interpretó Ernesto Famá.

    "Cambalache" tuvo el singular privilegio de ser prohibido por todas las dictaduras militares argentinas desde la de 1943 en adelante. Su letra, mordaz acusación a la corrupción e impunidad de la "década infame", es tan actual hoy como en los años treinta.

    Su popularidad lo ha mantenido en el repertorio de todas las bandas tangueras, y se han grabado infinidad de versiones. A quien no haya escuchado ninguna, le recomiendo la versión de Roberto Goyeneche, que podéis encontrar fácilmente en Spotify.

    En cuanto a Discépolo, es obligado mencionar que se le considera el compositor de tangos “con filosofía”, celebrado por autores de la talla de Camilo José Cela y Ernesto Sábato. Sus obras están cargadas de “filosofía en moneditas”.
    Y, una vez puestos los datos en su sitio para que no se nos convierta esto en una vidriera irreverente de un cambalache, juguemos al juego de las diferencias.

    - En la versión original la Biblia no llora contra un bandoneón, sino “contra un calefón”, que en todo caso, es bastante más prosaico que el instrumento musical.

    - El antepenúltimo verso originalmente decía “el que vive de los otros” en lugar de “el que vive de las minas”. Esta mutación, que se oye con frecuencia, no tiene nada que ver con las explotaciones de minerales, pues en Argentina y Uruguay “las minas” son “las mujeres”.

    Aunque suene más canalla la versión de las minas, creo que es más acertado el verso original: No solo los proxenetas son parásitos… El sentido es más generalizado.

    Por lo demás… que el siglo XXI es un despliegue de maldad insolente… eso no hay quien lo niegue. La confusión de los valores, el mercadeo de los principios, la desacralización y trivialización de la vida, la supresión de la excelencia, la deconstrucción del conocimiento, los chalaneos de lo público y lo privado, tienen su imagen perfecta en una tienducha de compraventa observada por un pelao perplejo. Discépolo, genio privilegiado. ¡Me quito el cráneo, maestro!

    En fin, queridos, los tangos atesoran poesía y filosofía en moneditas suficiente como para que siga mereciendo la pena laburar noche y día como un buey. Buscad, buscad en www.todotango.com y en Spotify.

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  3. Algunas notas adicionales procedentes de la profesora Nora Sessa de Kramer en su libro "Enrique Santos Discépolo":

    Mezclao con Stavinsky va don Bosco
    y la “Mignón”,
    Don Chicho y Napoleón,
    Carnera y San Martín ....

    Stavinsky: Estafador internacional, se suicidó en la cárcel en 1934, donde estaba por haber sido el autor de una enorme estafa al falsificas títulos del Crédito Municipal de Bayona.

    DON BOSCO .San Juan Bosco, fundador de la orden de la Pía sociedad de los Salesianos.
    MIGNON en francés “nena”, “querida”. Nombre dado a las prostitutas.
    DON CHICHO. Fueron dos mafiosos argentinos conocidos como Don Chicho Grande y Don Chicho chico. El primero se llamaba Juan Galiffi cuyos delitos se descubrieron en 1932.y el segundo, Juan Morrone.
    NAPOLEÓN BONAPARTE Famoso militar y Emperador francés, lo llamaban “El Corso”, por haber nacido en la isla de Córcega.
    CARNERA. Primo Carnera, boxeador italiano de peso completo que fue campeón mundial en 1933/34.
    SAN MARTÍN , Héroe argentino, “Libertador” también de Chile y Perú.

    Algunos cantores cambian estos nombres por otros: Toscanini (músico); Scarface (mafioso); Marimón (automovilista); Gatica (boxeador). La vida es la vidriera de un cambalache donde el sable duerme su heroísmo apoyado en un calefón, (= un calentador de agua) símbolo del confort donde se olvida lo que enseña la religiosidad de la Biblia.

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  4. ¡Cuánto trabajo me ahorras! Así que el Discépolo era beatón...

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  5. Hombre, pues creo que de beatón tenía poco, si miras su biografía:
    http://www.buenosairesantiguo.com.ar/patiodetango4_discepolo.html
    http://www.todotango.com/spanish/creadores/sdiscepolo.asp

    No creo que por el hecho de que alguien mencione la Biblia como un referente cultural o moral en una canción tenga que ser un beatón. De la misma manera que no asociamos las canciones “Highway to hell” ni “Sympathy for the devil” con los cultos satánicos. A mí personalmente los AC DC y los Stones me caen super simpáticos, pero a los adoradores del diablo no quiero verlos ni de lejos. Me dan un repelús…

    En el contexto de 1935, una biblia yaciendo en el escaparate de un cambalache, entre un sable y un calentador de agua es una mera imagen de una crisis de valores, de un descrédito de lo que estaba anteriormente establecido, de la pérdida de respeto por las referencias anteriormente consideradas eternas (y que si quieres, estaban basadas en el iusnaturalismo, la religión, la familia, el patriotismo, el heroísmo, la virilidad y qué se yo más). Al eliminar la validez de esas referencias para sustituirlo por el totalitarismo abusivo de las dictaduras militares europeas y argentinas, no importa que nadie sea bueno, santo o excelente. Es lo mismo ser un santo como don Bosco, o un héroe como San Martín que un mafioso, un estafador, una pilingui o un boxeador supermachote.

    ¿Es bueno o es malo ser Napoleón? ¿Es un héroe de la patria y del progreso revolucionario, o es un tirano fascista?

    ¿Es bueno o malo ser don Bosco? ¿Es un santo que se entrega a los demás? ¿O es un santurrón, un beatón clerical y teocrático?

    ¿Es bueno o malo ser Stavinski o Mario Conde o Madoff? ¿Es un genio financiero?¿O es alguien que se aprovecha de los demás? Y en todo caso, ¿cuál es el saldo de su cuenta corriente?

    Y, qué más da. Estamos todos igualados, nadie es mejor, todo es igual. A nadie importa si eres honrado: observa el éxito de los programas de telebasura, de los personajes famosos de quienes es difícil encontrar algo bueno que decir. Ya no hay héroes, ya no hay santos. Mis alumnos de bachillerato no saben quién es Vicente Ferrer, pero se conocen todos los datos de Belén Esteban.

    Sí, amigo. La crisis de los valores nos mantiene sumidos en estos extremos. Qué quieres que te diga. Creo que la obra de Discépolo pervive por su calidad artística, independientemente de las etiquetas que le puedan colgar al pobre tipo. No sé si era beatón o peronista, poco me importa , pero como poeta y compositor es de primera.

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