Sala de lectura del Museo Británico, la de ahora:
Y la de antes: "¡Oh sombría, elevada y poderosa cúpula, Meca de muchas inteligencias, mausoleo de muchas esperanzas, triste mansión donde todos los deseos desfallecen! Aquí acuden los hombres con corazones levantados y mentes soñadoras; para ellos tus nobles gradas son la escalera a la fama, tu pórtico solemne la puerta del conocimiento, y al entrar no encuentran sino vanidad de vanidades y todo es en vano. Aquí, mientras las calles profundas retumban, sólo hay silencio y un crepúsculo eterno y el olor de la gravedad. Aquí la sangre se vuelve más tenue y fría, el cerebro se reseca y consume, aquí es la caza de sombras, el asedio de fantasmas desplegados, la pugna con espectros, la guerra en la que no hay victoria. ¡Oh, cúpula, tumba de los ardientes! Por tus galerías, donde no se escucha ninguna voz resonante, corren suspiros susurrantes, murmullos de esperanzas muertas; las almas de los hombres ascienden como mariposas atraídas por la llama y caen quemadas y ennegrecidas por tu suelo, ¡oh sombría, elevada y poderosa cúpula!".
The tree impostors or the transmutation, Arthur Machen, 1895, Alianza, p. 161.