jueves, 4 de marzo de 2010
La infancia recuperada
Los días más felices de mi niñez tan sólo dependían de que calzase zapatillas de deporte, lo que viniese después importaba poco. En cambio, los más infelices no eran los de enfermedad: se pasaba más o menos mal pero bien protegido, una suerte. Sin embargo, ahora me cazan unas anginas del UCD y ando más muerto que vivo. La naturaleza hace a los adultos de cáscara más dura, pero de pulpa temblona por dentro. ¿Y las pipas? Allí están, creciendo fuera...
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Anginas de Unión de Centro Democrático?
ResponderEliminarEs que yo las tuve por última vez en aquellos tiempos, más acres...
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