El monstruo que se esconde al fin del mar
en la noche de pez se echó a volar;
tres veces voló en torno a la nave,
tres veces se le oyó aullar,
y dice: "¿Quien es el que osó entrar
en mis cavernas que no desvendo,
mis techos negros del fin del mundo?"
Y el timonel dice, temblando,
"¡El Rey Don Juan Segundo!"
"De quién son las velas donde me hundo?
¿De quien las quillas que veo y oigo?"
-dice el monstruo-, y rodó tres veces,
tres veces rodó grueso e inmundo.
"¿Quien viene a poder lo que tan solo puedo yo, solo yo,
que habito donde nunca nadie vió
y costeo los miedos del mar profundo?"
Y el hombre del timón tembló, y dice,
"¡El Rey Don Juan Segundo!"
Tres veces del timón manos alzó,
tres veces el timón a asir volvió,
y dice luego de temblar tres veces:
"Aquí al timón yo soy más que yo mismo:
soy un pueblo que quiere tu mar y tu abismo
¡Y más que el monstruo que el alma me aterra
y rueda en las tinieblas del fin del mundo,
manda la voluntad, que al timón me aferra
del Rey Don Juan Segundo".
Tampoco hacía falta ser un gran aficionado a la poesía...
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