Blog de crítica de la cultura y otras balas de fogueo al gusto de Óscar S.

Encuadre: página de "Batman: Year One", Frank Miller y David Mazzucchelli, 1986-7, números 404 a 407 de la serie.

lunes, 12 de abril de 2010

Rita, sus ritos (II)

Una vez empleada la radio para su función de bombear basura al exterior, como diría Vicent, no creáis que se pone música, no ¿Porqué? Pues porque ella es músico, naturalmente. Y la música, para un músico, nunca es musiquita, es decir, no se escucha de fondo, no se bailotea, no te ameniza las tareas desagradables, no se pincha en el coche (si acaso, Debussy y Stravinsky interpretados por violín y piano: ¡cuán menos accidentes habría, eso hay que reconocerlo!), nada de eso. Más de un centenar de cedeses están para pararse, detener el mundo, contener la respiración y embeberse hasta el tuétano de la médula seksuarr... pero para eso, claro, nunca hay tiempo. Decía Balzac que los críticos son como las mujeres de la vida, que ya no disfrutan de lo que da placer a todo el mundo porque lo han convertido en su profesión. Una frase terrible: una certera venganza. Lejos de mí el apuntar que los músicos son a la vez críticos de música, los literatos críticos de literatura o los cocineros críticos gastronómicos, sólo digo que no pasa ná, que hay amores distintos, y que para cosa o cosita hay su oportunidad. Para predicar con el ejemplo, confieso mi debilidad por cierta cancioncilla de Efecto mariposa. Lo del save the music, que tenía su gracia en su momento, después de todo ha hecho mucho daño, os lo juro...

4 comentarios:

  1. Bueno, no todos los "grandes" músicos son indiferentes a las "musiquitas". ¿Cuando Plácido Domingo graba una canción popular mexicana lo hace por el dinero o es que realmente disfruta con esos temas? A más de un músico clásico le han preguntado por el valor de la música popular y han respondido que solo hay dos músicas, la buena y la mala, ¿falsa modestia? Eso de la buena y la mala música es una constante entre los músicos de formación. Al genial Paquito D'Rivera, virtuoso músico cubano de jazz y música clásica, le preguntaron por qué había hecho una versión de "Corazón partido". Respondió que estaba por encima de prejuicios, que le parecía una canción fantástica. La genialidad es innata, aunque hay que desarrollarla. El contexto sociohistórico es que explica de qué elementos dispone el músico, si está en contacto con una tradición u otra. Manejar ideas como que alguien con talento musical que nazca en Viena tenga más posibilidades de ser músico de verdad que otra persona nacida en Senegal me parece un disparate. En cualquier caso Debussy y Ravel no merecen ser oídos mientras se pasa la aspiradora. Ni Jobim merece que hagan sonar su música en los ascensores. Sí, hay músicas que merecen ser escuchadas sin que nada las interrumpa, pero parece que eso algo que en los tiempos que corren se está perdiendo. No pocas veces me han dicho que no entendían que alguien se sentase a oír música sin hacer nada más. Incluso la música que más se presta a ser oída como fondo (que tenga algún valor musical) adquiere nuevos matices ante una atenta escucha, aunque solo sea por unas secuencias de acordes con las que un músico de estudio dignificó un disco de un grupo de mentira, una guitarra que suena semioculta.

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  2. "El contexto sociohistórico es el que explica" es un comienzo de frase cuya intención no entiendo. Sería como decir "la naturaleza explica" para referirse a la caída de los graves. Bien por lo demás.

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  3. Entonces lo dejamos en "contexto histórico", ¿vale?

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  4. Es lo mismo: te refieres a algo concreto con una expresión general.

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