Blog de crítica de la cultura y otras balas de fogueo al gusto de Óscar S.

Encuadre: página de "Batman: Year One", Frank Miller y David Mazzucchelli, 1986-7, números 404 a 407 de la serie.

martes, 13 de abril de 2010

Pirateamos y hacemos nuestro el decálogo del perfecto docente del blog "El feto flamenco"

DECÁLOGO DEL BUEN PROFESOR ESCRITO MÁS QUE CON LA CABEZA, EL CORAZÓN O LOS PIES, CON EL HÍGADO (NO CIRRÓTICO) miércoles 11 de noviembre de 2009, Feto-olé, en http://elfetoflamenco.blogspot.com/search?q=Dec%C3%A1logo

1º Al buen profesor le aterra aburrir a sus alumnos, pero entiende que el aburrimiento es inevitable y necesario, pues es, al fin y al cabo, el motor de todo conocimiento y experiencia artística.

2º El buen profesor es como ese pastor del belén, que nunca ve la estrellita de Oriente, mientras apacienta soñolientamente sus ovejas, y se resigna, cuando alguna de ellas cae barranco abajo.

3º El buen profesor no moldea almas ni conciencias, y menos un solo alma exclusiva y exquisita como en el poema cursi de Gerardo Diego. Desearía no dejar ninguna huella, más que el poso confuso que dan algunos saberes.

4º El buen profesor no sabe ser autoritario, por mucho que se lo proponga y lo ensaye delante del espejo. No está hecho de una pieza, sino de muchos remiendos y cicatrices mal cosidas, y aunque no lo sepa, es siempre él, a través de los pedazos de sí mismo que muestra.

5º El buen profesor conoce bien su campo y también sus límites, y piensa que solo se puede enseñar bien lo que realmente se conoce bien, por eso no tiene que recurrir a las artimañas blandas, baratas y pirotécnicas de la pedagogía.

6º El buen profesor ama el fondo de las cosas, la sustancia, y no soporta que las leyes educativas le conviertan en un burócrata amaestrado maestro de ceremonias de la inanidad y el vacío.

7º El buen profesor no se ampara en el cauce estrecho y esclavo de las ideologías, le molesta tanto los convencionalismos y rigidez de sus colegas como la rebeldía gratuita, y deja que la realidad le rectifique desde los cuatro puntos cardinales.

8º Al buen profesor le gustan más otras cosas que su clase, un buen paseo otoñal, una buena película, una buena comida regada con un buen vino, seducir a la compañera más joven y bonita de su centro.

9º El buen profesor mira a sus alumnos con encandilamiento, y se extasía mirando la rabadilla con pelusilla de sus alumnas púberes, mientras vigila un examen, como un pederasta platónico e iluminado.

10º El buen profesor compone oximorons inauditos y escandalosos, como el del punto anterior, y si alguien no sabe los que es un oxímoron, el buen profesor le explicará término tan inútil.

4 comentarios:

  1. ¿Y el manual de la buena profesora?

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  2. ¿Y el manual del buen alumno?, ¿y de la buena alumna?

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  3. Hacedlos vosotros, y lo publicamos aquí

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  4. "Manual", hecho con las manos, por lo menos una vez al año.

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