Blog de crítica de la cultura y otras balas de fogueo al gusto de Óscar S.

Encuadre: página de "Batman: Year One", Frank Miller y David Mazzucchelli, 1986-7, números 404 a 407 de la serie.

viernes, 23 de abril de 2010

Reseña del día del libro en clave gótica

A la inversa de como un zombie, que no existe, es un no-muerto, sin que eso signifique "vivo", el libro, que existe sobremanera, es un no-vivo, sin que eso signifique "muerto". Sucede con todas las formas de arte: producen artefactos disecados, una inexorable realidad que no puede cambiar ni una buena performance. Tomarse muy en serio los libros supone, pues, una manía resbaladiza que algunas grandes novelas ya han analizado, empezando por la que se homenajea este día. Buscar la cálida companía y poner nuestra lealtad en unos entes no-vivos, refugiarse en ellos y su susurrante monólogo... es como un tema de película o novela de terror, aleja de mí este cáliz. El libro hay que leerlo, aunque sólo sea porque independientemente del valor que contenga uno particular, muestra y ejerce de facto nuestra disposición a aprender, pero su culto desmesurado es una forma especiosa de idolatría, no nos engañemos. Yo la padezco en buena medida, y sé un poco de lo que habló, supongo. No obstante, tampoco la actitud contraria, o sea, el evitar los libros porque son "vida prestada" (recuerdo el personaje de Galdos que dice esto al comienzo de Fortunata y Jacinta), conduce a ninguna parte hoy, ya que nos la "prestan" por doquiera, y en no tan excelente factura. El libro leído libremente como pharmakón: neutro en su origen, puede ser benéfico a veces y peligroso otras, se recomienda usar sin abusar, o abusar con un pie dentro y otro en la tierra -puede ser altamente adictivo, aunque a muchos les cueste creerlo.

5 comentarios:

  1. Pero qué está ocurriendo por aquí?
    Es que nos hemos metido a jugar en la bolsa y tenemos que incentivar el consumo de papel?
    Oye, que si sabes de algún pelotazo, lo cuentes...

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  2. ... vaya oxímoron: "una buena performance"
    es que no escarmentamos!?

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  3. Sí, a mí tampco me gustan, pero hay que creer que alguna habrá que no sea una farsa gilipollesca, yo qué sé.

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  4. Anaximandro Chinaski23 de abril de 2010, 22:12

    Yo siempre leo cagando. Por una parte, defeco, y, por otra, practico cierta suerte de defección de esa idolatría pseudoculta al libro como totem supuestamente cultural, en la que todos hemos caído en alguna etapa de nuestras vidas. Y es entonces que compruebo que, en muchos casos, ese libro haría mejor papel si el suyo fuera higiénico, y entonces cojo el rollo para soltar el mío y compruebo que puedo defecar incluso ideas.

    Por eso, recomiendo ir a cagar siempre con un bolígrafo. En cualquier momento puede resolver un atasco.

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  5. El patriarca otoñal de García Marquez, que defecaba leyes y promulgaba cagadas, creo que lo leí camino de la universidad.

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