Blog de crítica de la cultura y otras balas de fogueo al gusto de Óscar S.

Encuadre: página de "Batman: Year One", Frank Miller y David Mazzucchelli, 1986-7, números 404 a 407 de la serie.

viernes, 5 de noviembre de 2010

El secreto del existencialismo

Quizá lo que voy a decir no sea ningún secreto, y haya sido señalado ya infinidad de veces, pero yo no lo he leído ni oído en ninguna parte. El existencialismo pasa por ser una corriente filosófica que arrancaría de Kierkegaard y se definiría plenamente con Sartre tras la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, hay que observar algo fundamental que los caracteriza a todos ellos, uno por uno y desde entonces hasta ahora: casi sin excepción, el tildado como "existencialista" es antes un escritor que un filósofo, y de hecho acostumbra a producir más relatos, novelas u obras de teatro que tratados teóricos. Piénsese también en Unamuno, Pirandello, Camus o Saint-Exupery. Cuando esta condición no se cumple, como en el caso de Ortega y Gasset, encontramos siempre un interés predominante por la literatura que no halló un cauce imaginativo por donde desarrollarse, pero sí un estilo expresivo. En realidad, da lo mismo qué nombre den a sus propias filosofías y su grado de aceptación o no del título: existencialista es aquel parte que parte de la premisa de que la vida humana se distingue netamente del resto del cosmos animado o inanimado por su caracter de drama. Y los dramas se cuentan, no se explican. Por ello, entiendo que el existencialista nos hace trampa al presentarnos su propuesta al revés, es decir, que hace teoría de la novela moderna cuando afirma estar haciendo filosofía de la vida. El experimento está al alcance de cualquiera: no hay más que coger un tratado filosófico considerado existencialista y leerlo como si, en vez de hablarnos de nosotros los hombrecillos, se estuviese hablando de la estructura necesaria del personaje novelesco, y, en mi opinión, una luz clarísima emana de repente del texto y todo adquiere un sentido adecuado. Tanto es así que no por casualidad la continuidad natural de los filósofos existencialistas no han sido otros filósofos, sino otros, subsecuentes, literatos -Hemingway, Sagan, Bowles, Martín-Santos, Kundera, etc., por no hablar del cine... En definitiva, seguramente todo ello se deba a que el meteórico crecimiento de las ciencias experimentales, unido a las grandes heridas del alma colectiva de la primera mitad del s. XX, no dejasen otra salida para el humanismo que el tratamiento del drama individual. Pero no puedo dejar de recalcar aquí que, tal como lo veo desde hace ya bastantes años, esto no es ni puede ser un comienzo serio para ninguna filosofía que se precie.

6 comentarios:

  1. Desde el Panteón de los Eternos, Camus, Sartre, Pirandello (qué casualidad todos premios nobel de Literatura) y un par de amigotes más, nos desternillamos de risa...

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  2. Con razón: nos la habéis jugado bien... (Pero Herr Heidegger, desde más arriba, se ríe de vosotros).

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  3. "Sein oder Nichtsein [Zeit oder kaum Zeit]...das ist hier die Frage"

    idéntico rito heideggeriano

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  4. Y hamletiano... (Suplantador de toda personalidad)

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  5. Suplantador como nic no está mal

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