Confieso de entrada que no sé de lo que hablo, pero tampoco este y va publicando superventas: http://www.elpais.com/articulo/cultura/Hawking/planta/cara/Dios/elpepucul/20101108elpepucul_7/Tes
Lo más gracioso es que nos presenta su física como la ciencia que ya ha aportado todas las respuestas, o, al menos, el marco en que éstas son posibles, cuando, a la vez, reconoce que es una cuestión de "modelos" de conocimiento, aspecto en que la física tiene hace mucho tiempo la casa embarullada. Del hecho de que Hawking, que es famoso, no haya logrado poner orden en la esquizofrenía de los físicos no se deduce, más que en un rapto de arrogancia luciferino, que ya no pueda irse más lejos desde ningún otro campo. No, claro está, desde la teología, pero es que ese enemigo sólo asoma todavía con alguna fuerza desde las chatas mentes del Tea Party o similares (aquí en España, fijarse que caña se le puede dar hoy desde los papeles: http://www.elpais.com/articulo/opinion/elpepuopi/20101109elpepiopi_4/Tes). Pero sí, por qué no, desde la biología, la ontopraxeología o la pitrica susmica, que es una ciencia aún por inventar. En resumén, no se nos ponga gallito el heredero de la cátedra de Einstein (estando como está muy lejos no sólo ya de este, sino de Kant en cuanto a decretar defunciones, por ejemplo), que para afirmaciones arbitrarias también podemos formular nosotros las que nos peten -y eso hacemos, pero no para que den la vuelta al mundo en ridículos titulares.
martes, 9 de noviembre de 2010
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