Blog de crítica de la cultura y otras balas de fogueo al gusto de Óscar S.

Encuadre: página de "Batman: Year One", Frank Miller y David Mazzucchelli, 1986-7, números 404 a 407 de la serie.

sábado, 16 de enero de 2010

Alumnos adolescentes

Ahora les toca a ellos. Aunque muchos cercanos a la mayoría de edad, no terminan de creerse en qué consiste ser adulto. Con suerte son como poco veinte años de preparación en los que se permanece en el invernadero para adquirir las mínimas destrezas que te habilitan para un empleo en la sociedad contemporánea, y sí, se les hace claustrofóbico, pero es porque no ven las comodidades de que gozan. O, mejor, no se las dejan ver. ¿Tan perverso es un mundo es que la enseñanza espera, espera y espera a que estés formado en conocimientos básicos acerca de la herencia de tu especie antes de exponerte a la intempérie del mercado laboral? ¿Tan crueles son unos padres que están dispuestos a invertir años, dinero, e incluso su propia reputación de guías vitales a que el chico no salga del todo en pelotas a que lo devoren las fieras de la contratación libre? Aprenden más en un mes de lo que es capaz de asimilar un adulto en años, y ello es posible porque carecen del noventa por ciento de sus preocupaciones, y sin embargo su vida les parece pesada, rutinaria y absurda. Les han comido el coco para que no distingan lo que sabe cualquier alumno llegado de fuera de Europa: que la educación prolongada es un lujo civilizatorio, que en lo que tiene de universal es un privilegio reciente, y que con  mala suerte será efímero de continuar así.  ¡Quién fuera alumno otra vez, sin cargas, sin años, sin bancos y sin políticas! Más que una asignatura de Educación para la Ciudadanía que mienta a los más pequeños sobre su futuro deberían implantar una de Concienciación del Discente de su propia condición, para que entiendan lo que tienen. Claro que, de existir tal cosa con alguna eficacia real, entonces lo mismo repetían cursos adrede para no salir del limbo en el mayor tiempo posible. Que no, que no puede ser que a mejor vida le corresponda siempre peor actitud, a la mierda los mimados de cualquier edad.

3 comentarios:

  1. Ni que decir tiene que el que esto escribe repitió dos cursos en bachillerato y hasta decir de él que era el peor estudiante sería como colocarle una medalla, y ni eso.

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  2. no importa que hayas repetido dos cursos, profe, ahora es tiempo de darte cuenta de hasta donde has llegado, y de lo que estás haciendo por nosotros y por ti.

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  3. Cuanto pelota veo por aqui, lo impresionante es que una persona que se considera el peor estudiante pueda llegar a ser tan pedante con sus alumnos. Aunque hay que reconocer que entre tanta redundancia y lenguaje rebuscado puedes encontrar cosas interesantes ;)

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