http://www.elmundo.es/opinion/tribuna-libre/2010/01/22086233.html
Otra vez nos vienen con lo mismo, y no cejarán hasta que les compremos todo el stock de cacharros que se les oxidan en el almacén. O quizá están ya con la mano en la palanca esperando el "ok" para poner en marcha la fábrica automatizada. ¿Quién sería el iluminado o iluminada gafapasta que les convenció -multi/área mediante, por supuesto- de que en la educación hay una oportunidad de mercado increíble cebada por la mala conciencia mediática general? (cuya causa real, en mi anticuada opinión, quedó apuntada en "Vindicación de Herodes", mini-mani-subnor nosécuantos) ¿y que expuso también que los chicos están deseando virtualizarse también en el colegio, igualando las "revolucionarias conquistas" que ya han realizado en su entretenimiento (¡!)? La firmante de esta nueva charlatanería cibernética es evidente que aprendió poco con la formación convencional, y en eso le damos la razón: "se han invertido la jerarquía del conocimiento y su epistemología", escribe; gnoseología, querrá decir, si dice algo, dado que querer sí quiere algo. El saber se encuentra ya en internet, claro, y la prueba es este blog, sin lugar a dudas, pero que ella no conoce, lástima por la ejemplificación retórica. (Claro que lo mismo le parecían "humanidades", que se deben preservar y respetar en su reducto -como los osos pandas: total, ya se extinguen ellas solas...) Podríamos "producir" un 30 por ciento más de alumnos a su vez productores, y estamos dejando pasar la ocasión por no invertir la jerarquía, mecagüendiez. Esto plantea una cuestión moral interesante: ¿deben los chicos del primer mundo gozar de toda la juguetería tecnológica full time porque es su obligación convertirse en los futuros salvadores de toda esa muchedumbre tercermundista que no tiene ni cabinas telefónicas, o porque enseñarles eficazmente a producir al máximo para la globalización es un bien en sí mismo que servirá de ejemplo a esos desharrapados medievales? En cualquier caso, el conocimiento "se construye" en el s. XXI, porque todos sabemos que antes se destruía, por lo visto. No obstante, los libros de texto no incorporan ningún nombre nuevo de genio del actual milenio; pero es que en Internet tampoco se encuentran. En fin, es cansado hasta insultarles. Son como esos buhoneros del lejano oeste que vendían la pócima milagrosa que todo lo curaba "¡por solo un dólar cincuenta, señora!". Con la apabullante diferencia de que ahora son más poderosos y esta batalla la vamos a perder.
jueves, 28 de enero de 2010
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