Blog de crítica de la cultura y otras balas de fogueo al gusto de Óscar S.

Encuadre: página de "Batman: Year One", Frank Miller y David Mazzucchelli, 1986-7, números 404 a 407 de la serie.

viernes, 8 de octubre de 2010

M.V.Ll.

Siempre se puede hacer una lectura política de los Nobel, especialmente en literatura. En el presente caso está cantada: Mario Vargas Llosa es el latino ejemplar. No sólo es blanco (no indio como Evo), guapo (no gorila como Chavez), y simpático (no arrogante, como Castro), sino que, además, es un liberal convencido que se ha pasado los últimos años denunciando el populismo bolivariano ese. Y creemos que sinceramente, puesto que pronto se dió cuenta de que el marxismo estético que practicó en su juventud junto a sus compañeros de boom no era más que snobismo intelectual. Había que ser serios. Vargas Llosa fue un niño bien, y cuando se metió en política lo hizo de buena fe, para crear riqueza para su país. Sin embargo, los análisis actuales nos vienen con que su premio es como haber ganado otra vez el Mundial, pero del idioma, y que su gran aportación a la literatura en castellano y etc., etc. Los que esto dicen para desviar la atención seguramente incluso han leído algo de él, y con agrado. Mas lo cierto es que Vargas Llosa comenzó, como tantos, imitando las formas narrativas e intuiciones poéticas de Faulkner (eso es el boom: la fórmula de encontrar lo universal en lo provinciano que inventó Faulkner aplicada no al sur de EEUU, sino a todo el Sur). Después, agotada esa veta, se dedicó a la narración de sí mismo, ahora en un estilo directo, lineal y claro. Y, por último, menudean ayer y hoy las novelas melodramáticas, con sexo, política y violencia, que es lo que verdaderamente le va, como ha manifestado en diversos ensayos -su teoría de la novela, por cierto, no puede ser mas simple: faro de jóvenes escritores con soltura. Mario Vargas Llosa, en fin, no es ningun genio, eso no lo afirmaría nadie, pero tampoco es un idiota (de hecho, ha conseguido mantener toda su vida un perfil de ganador natural, pese a perder las elecciones peruanas). De modo que, lo dicho, hemos ganado otro Mundial en un mismo año, albricias y zapatezas. ¿Y..?  

2 comentarios:

  1. No voy a juzgarlo en lo literario porque no he leído ninguno de sus libros. Pero en el aspecto político sí que puedo decir que a raíz de ese episodio bochornoso suyo de defender el laissez faire y ser uno de los abanderados del liberalismo en una región donde no hace ni puñetera falta, pues desde ese momento me resultó antipático.
    ¿acabaré leyéndolo? Pues no sé, pero ayer, en un comentario de la tv, oí que tenía un libro inspirado en Canudos, que es un episodio de la Historia de Brasil muy atractivo, pues supuso una experiencia cercana al anarquismo libertario que tuvo bastante éxito. El gobierno mandó al ejército a sofocar algo que ya había adquirido demasiada importancia y amenazaba, ya en el SXIX, con demostrar que otro orden social era posible. No sé cómo ha tratado Vargas Llosa este episodio, voy a informarme, pero recomiendo cualquier lectura que hable con rigor de Canudos. Una lectura recomendada es "Muerte en Brasil", un ensayo del periodista australiano Peter Robb que narra no solo ese episodio, sino además habla de arte, cultura y gastronomía y del gobierno de Fernando Collor de Mello, uno de los disparates más grandes de la historia de la política mundial, al cual Robb da un tono humorístico que hace del relato algo delirante. Bueno, Idéntico, una nueva oportunidad para seguir debatiendo, aunque supongo que no tendrás mucho bueno que decir de Vargas Llosa.

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  2. Y menudo morro tiene... ¿Pues no me ha llamado el tío para que le escriba el discurso?

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