martes, 5 de octubre de 2010
Un soneto de Jaime G.
Érase un hombre a un pollón colgado,
érase una tranca superlativa,
érase un nabo frisón con IVA,
érase un pene espada muy barbado.
Érase un canalón mal empalmado.
érase una manguera medio viva,
érase una anaconda boca arriba,
era Nacho Vidal más empollado.
Érase una hipérbole cojonera,
érase un apéndice inaudito:
Las doce tallas de condones era.
Érase un pollísimo infinito,
muchísimo cimbel, rabo tan fiera
que en la web de Aído ya es proscrito.
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¡Admirable! (La conceptista composición)
ResponderEliminar¡Gracias, colega! Por cierto, que me dedicas el mismo piropo que según Valle Inclán, repetía Rubén Darío constantemente. (Véase "Luces de Bohemia") :D
ResponderEliminarmuchas gracias, jaime. no me lo esperaba.
ResponderEliminaridéntico.
Juasss!! Yo sigo sin esperármelo.
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